Los comentarios de Adriana Vargas, periodista cultural, y Salvador Álvarez, coordinador de Fomento Editorial de la Secretaría de Cultura, dieron el tono, uno ameno y empático.
La novela vivencial de Alma Delia presenta a personajes que se sobreponen a la dura realidad de la vida, que alcanzan una adultez exitosa aunque marcada por una infancia difícil.
Salvador Álvarez expuso que en un primer momento puede pensarse que la obra va de un internado donde la vida es un infierno para los niños, pero no. La casa de huérfanos de Alma Delia es un refugio, ahí encuentran amistades, lecturas, amor. El peligro para ellos está afuera, en la sociedad, y de él no es fácil escapar.